Leí esta frase y la adopté. No tengo idea de quién es el dueño de la misma, así que me disculparan la falta de mención.
La comunicación es un proceso inherente en el ser humano que pasa más allá de un buen vocabulario y la correcta expresión de las ideas. Aunque es de destacar que expresar de manera coherentemente un mensaje utilizando apropiadamente el lenguaje es un gran logro.
En las organizaciones, necesitamos comprender la importancia de entrenar para lograr mejorar nuestras habilidades comunicativas.
Escuché al colega A. Formanchuck hablar sobre la Torre de Babel, donde ante la soberbia del hombre por alcanzar el cielo con dicha edificación, Dios envía la confusión de lenguas. Al no poder comunicarse, truncaron sus avances. Con esta narración, queda tan ilustrada la situación, cuando no somos capaces de comprendernos y cómo afecta en nuestro resultado.
Tal vez, los problemas que experimentemos en las organizaciones no pasen por un tema idiomático, lo cual lo hace más sutil y menos visible, pero de todas formas el impacto puede ser tan fuerte que impide avanzar hacia el logro de nuestros objetivos.
No asignar importancia, ni dedicar tiempo a pensar, planificar y evaluar nuestros procesos comunicacionales – dentro y fuera de la organización – es casi como invitar a la confusión de lenguas instalarse en nuestra empresa.
Te invito a que reflexiones cómo está hoy tu sistema de comunicación interna y externa. Recordando que, aunque no lo es todo, la comunicación está en todo. Mejor trabajar en entrenar y mejorar las habilidades comunicacionales y evitar recrear tu propia Torre de Babel.