¿Qué te viene a la mente cuando dices la palabra fracaso? ¿Fallar, error?
Me llega a la cabeza la frase que escuche muchas veces y también la dije “Todo mal”. Tajante, hiriente y paralizante. Sin opciones ni posibilidades.
En el proceso del coaching se trabaja el observador que somos. Más allá de los hechos, el mundo interpretativo en nuestra cabeza.
Y me puse a pensar, un bebé que está gateando e intenta pararse, fracasa y varias veces, pero él no lo sabe. No tiene ese significado las caídas tras cada intento.
Un maratonista con un buen tiempo en una carrera, no pudo sostener ese tiempo al principio. Corrió y entrenó su cuerpo y mente muchas veces antes de llegar a ese resultado.
¿Qué es lo que distingue un fracaso de un éxito?
Para mis dos cosas son angulares. Aunque implique un tiempo mayor al dedicado con tan solo enumerarlas.
La perseverancia y la resignificación del fracaso.
Si podemos hackear a nuestra mente con las ideas negativas que llegan a nuestra cabeza cada vez que no nos salen las cosas como quisiéramos y comprendieramos que las caídas son parte del proceso. Que lograr resultados son horas de prácticas y que eso implica conquistar el hábito de la perseverancia. Tal vez, nuestras experiencias sean distintas.
Muchos de estos conceptos están muy arraigados con prejuicios del entorno, la educación formal (mecanicista y memorística) que tachaba con bolígrafo rojo tus caídas. Con una cultura competitiva y no competente; individual y no colaborativa.
La famosa anécdota de Edison que circula por las redes cuando se le consultaba por los más de mil fallos en su intento de crear la bombilla de luz y su inteligente respuesta de que él no había fracasado sino descubierto mil formas de cómo no hacer la bombilla eléctrica.
Creo interesante, resignificar los conceptos, emociones, sentimientos que nos genera esa palabra.
Y si desde ahora, en vez de decirnos que hemos fracasado, simplemente dijéramos que hemos dado un paso más hacia el éxito.
Y si de ahora en más, cada fracaso, lo entendemos como parte de un proceso de aprendizaje.
Y si de ahora en más, cada fracaso, significa que tienes valor y coraje para intentarlo
Y si de ahora en más, cada fracaso, significa que estás ¡vivo!
Resignifica esa palabra, y estoy segura que tu mochila se hará más liviana, avanzarás en tus pasos y disfrutarás más la vida.