La evolución en el tiempo ha generado mejoras sustanciales en tantas cosas. A lo largo de la historia, hemos acelerado procesos que tomaban mucho tiempo, reduciéndolo a lapsos mínimos.
Las grandes historias, que involucran décadas y generaciones, contadas en el cine, se reducen a 90 minutos o un poco más.
Soy una amante de la comida simple y sin complicaciones lo cual, en muchas oportunidades, se traducen en comida procesada y de pequeños toques finales para su consumo.
Me cuesta mucho esperar. Si debo hacer alguna compra o trámite y veo demasiada gente en la cola, me doy la vuelta, salvo que sea inevitable. Acceder a información, hoy se encuentra a un click. Y si una página web tarda en cargar la información paso a la siguiente. Estoy adaptada a lo instantáneo que hoy nos facilita principalmente lo digital.
Sin embargo, reflexionando sobre los procesos en los que estoy inmersa, me di cuenta que esta misma dinámica no puedo aplicarlo a todo. Lógico al racionalizarlo, más tengo mis dudas sobre la práctica.
Engancha como estrategia de marketing, frases como ¡aprende en 5 pasos! Reconociendo lo que muchos especialistas señalan de nuestro cerebro. Solo busca evitar gastar energía, como parte de su estrategia de sobrevivencia. O sea que, en la medida que describamos el proceso como simple existe mayor apertura a recibir la información, más no la garantía de aplicación. Nadie te escribirá «aprende en 5 pasos y practica 18 meses» para que lo sepas hacer solo.
Ante tantos estímulos existentes, y con tantos estándares autoimpuestos y muy promocionados culturalmente, las 24 horas quedan cortas. Ahora bien, la realidad es que por día solo tenemos 24 horas . No importa quién seas, en ese aspecto, existe absoluta igualdad.
Entonces la gran pregunta que surge y lo que marca la diferencia es en qué utilizas tu tiempo. Además de comprender que, así como muchos procesos logramos minimizarlos, hay otros que deben ser respetados.
Una de las teorías que escuché mucho trata sobre la regla de las 10.000 horas que establece que para lograr un nivel maestría en cualquier tema implica la práctica en esa cantidad de tiempo. Son muchas horas de dedicación, práctica y error para llegar al dominio.
Con la fantasía de lo instantáneo, sumamos frustración cuando no logramos nuestros resultados soñados en breves períodos. Y sin lugar a duda, la perseverancia, la práctica y la flexibilidad mientras adquirimos las destrezas, con un estado de mayor consciencia, nos ayudará a disfrutar el proceso.
El tiempo pasará de todas formas, no abandones un objetivo, una pasión, un sueño por caer en la fantasía de lo instantáneo. ¿ Te animas a sumar horas de práctica a tu objetivo?