REIVENTARSE, EL GRAN DESAFÍO DE 2020

Una palabra escuchada mucho recientemente es “reinventarse”.

Y tanto se ha repetido que, como en muchos casos, termina anestesiando su fuerza. Lo malo de no “sentir” las palabras es que pueden terminar quedando huecas. Incluso repeler de tanta repetición.

Las palabras no solo describen, también generan acción, contienen intención y hasta emoción de quienes las expresan.

Estoy procesando sobre ella hace mucho más que una pandemia. Sin embargo, con muchas energías puestas en esta palabra, parece que la misma ha decido mostrarse un poco más en el contexto actual.

Cuando uno busca que significa, se expresa como el volver a inventar.  

Inventar es un verbo transitivo, o sea un verbo que por si solo no es suficiente y necesita de un complemento para aclarar la acción. Sus acepciones van con carga positiva y negativa. Crear algo que no existía puede significar un nuevo artefacto para el bien de la humanidad (la lámpara de Edison) o una historia con mentiras que genera daño (fake news).

El acelerado mundo fue obligado a una pausa o como mínimo a ralentizar su ritmo con la llegada del virus. Cuando el mensaje entre líneas era que quién más rápido llega gana, ahora surge un interesante cuestionamiento ¿hay necesidad de tanta velocidad?

Investigando sobre su raíz surge lo interesante. El prefijo “in” que indica hacia dentro y “ventus (del latín inventus) que viene. O sea, algo que viene de adentro.

Entonces, reinventar, seria volver a sacar algo desde dentro. Y tal vez la gran molestia surja por lo que tenemos dentro. Reinventarse, volver a sacar de dentro a uno mismo.

Y este freno forzado, que seguro a varios dejó en una quietud incómoda, enfrenta con preguntas existenciales que definitivamente conectan hacia dentro.

Tal vez, cual máquina sobrecargada, tuvimos que aplicar la tecla de reinicio. Sirve para descartar los programas que no aportan y hacían pesado el andar, pero al volver a encender, la esencia seguirá ahí.

Ni el iluso positivismo ni la insensible objetividad.  Desde el “ser” generemos el” hacer” para lograr “tener” los logros y aprendizajes que satisfagan, que para cada uno será una vara diferente.

Si llegaste hasta donde estas, tienes la capacidad de seguir avanzando. Esa es la certeza. Lo incierto, cuánto tiempo y cuánto esfuerzo. Encarando cosas absolutamente distintas, o lo mismo con un nuevo enfoque. Con el tiempo y las acciones, lo que viene de adentro, estará más sólido.

Entonces, ¿te estas reinventando?

¿Qué dices en tiempos de crisis?

Paul W. dice que “es imposible no comunicarse” en uno de sus axiomas de comunicación.
Y traduciendo la frase, sería algo así como es imposible la no conducta.
Como organización o marca personal, puedes tomar una postura de silencio ante situaciones de crisis y eso también comunica.

Son tiempos, donde más que nunca, es importante conversar con nuestros colaboradores, proveedores, clientes y la sociedad en general de forma oportuna, clara y frecuente.

Hay empresas que han dejado de publicar en sus redes sociales y medios institucionales, porque simplemente no tiene internalizado (ni pensado) cuál es su mensaje más allá de su contenido de ventas.

¿Cuál es tu aporte adicional en estos momentos a la sociedad? ¿Cómo lo estas manejando como empresa? ¿Cuáles son las medidas de cuidado para tus colaboradores, proveedores y clientes?

El desafío de los líderes es sostener el diálogo (si lo hay) con clientes y colaboradores, aportando serenidad, claridad y el camino trazado con sus riesgos y posibilidades en momentos de incertidumbre.

Simplifica, conecta, comunica

#RO #Comunicación #ConectadosSI #ContagiadosNO

PH: https://www.freepik.es/fotos/fondo«

Comunicar en tiempos de incertidumbre

La experiencia como madre de muchos aprendizajes es viable si cuenta con la reflexión como compañera de vida.
Teoría sin práctica, tiene sus límites. Práctica sin teoría tiene sus vacíos. ¿Tienes un protocolo de comunicación en tiempos de crisis?

En esta forzada pausa, o por lo menos disminuida carrera, te invito a aprovechar evaluar la comunicación en tu organización.
Las emociones que van desde la preocupación hasta la psicosis conviven en este momento en las empresas.
¿Cómo transmitimos serenidad? ¿Cómo nos reinventamos? ¿Cuál será nuestro plan para recuperarnos? ¿Son claras nuestras decisiones? ¿Sabemos escuchar a nuestros colaboradores?

Mucho se habló de liderar, y es en este momento donde los líderes que no saben comunicar hacia dentro aumentan la incertidumbre y desestabilizan a sus equipos.
Comparto algunos tips básicos para pensar una comunicación asertiva en momentos complicados:

☑️Definir vocero que tenga llegada, transmita tranquilidad y fortaleza. Todos juntos hablando generan desorden y confusión.
☑️Evaluar y definir el discurso. Esto parece elemental pero el mensaje tiene que ser pensado desde los valores de la compañia. La espontaneidad (del vocero) sin previo análisis puede resultar peligrosa.
☑️Coherencia entre las acciones y los discursos. Es sumamente fácil caer en contradicciones. Si es el caso, reacciona rápido, reconoce y corrige la situación.
☑️Escucha activa. Preguntemos a nuestra gente que les preocupa y como se sienten, aplicando la sabia proporción de la naturaleza: dos orejas para escuchar y solo una boca para hablar. Tal vez no estamos conectando con las reales preocupaciones del equipo y eso tiene consecuencias en el estado emocional.
☑️Evaluemos la rigidez de nuestras políticas, ¿ameritan mayor flexibilidad en tiempos excepcionales?
☑️Sin esconderse, sin mentir. Reconocer que no tenemos respuestas es mejor que inventar o evadir.

Una buena comunicación, puede facilitar muchísimo avanzar íntegros dentro de las vicisitudes que vivimos.

Simplifica, conecta, comunica

#RO #Comunicación #ComunicaciónInterna #Gestiónentiemposdecrisis

Ocupado vs Productivo

Reflexiones en tiempo de pandemia


PH: Imagen de John Hain en Pixabay

Hace unos días una amiga comentaba que mas que estar ocupada le generaba inquietud estar productiva.
Y las necesidades de cada uno serán diferentes en función a su experiencia de vida.

Para algunos sobreponerse a esta situación se trata de estar ocupados, y el abanico de opciones esta liberado desde libros, películas, maratones de series, las recetas impensables en la cocina, revivir a la Marie Kondo que hay en lo profundo de uno (a veces muy profundo), cursos, practicar algún instrumento, arreglar el jardín, etc.

Para otros se trata de desafiar los prejuicios mas enraizados y animarse a reinventarse desde la tecnología, comprender que lo que sabíamos cambió y que generar ingresos será distinto.

También están los que su estado de alerta se encuentra activado al 100 por 100 dada que la convivencia que debe llevar en este tiempo no le permite estar en su mejor momento o su mayor esfuerzo diario es atajar el hambre.

Realmente no importa si estás productivo, aburrido, ocupado, creativo, preocupado. Lo importante es que estás. Y que la situación la transites de la mejor manera posible.

Aunque en derechos somos iguales (por lo menos en la teoría) somos seres sociales con individualidades y necesidades distintas.

Te invito a dejar de juzgar y practicar la escucha con absoluto respeto al otro. Esto no quiere decir que compartas las miradas o aceptes sus acciones, sino que desde el respeto y la amabilidad actúes y sumes aquello que te evolucione a una mejor versión de ti mismo.

El mayor acto revolucionario es AMAR (a uno mismo y a los demás)

#RO #ConectadosSI #ContagiadosNO #Respeto #Valores #Amar #Amabilidad

Mejores personas

Esta pandemia no deja indiferente. De alguna forma veremos su rastro en cada uno.

Términos tan comunes como solidaridad y empatía resuenan bastante, pero en profundidad son conceptos muy personales desde la experiencia.

Suelo dar el ejemplo de que si tu hermano que creció bajo el mismo techo, comió la misma comida y fue educado por los mismos padres no comparte tu visión de mundo, imagínate un extraño con otras experiencias de vida y necesidades diferentes.

¿Somos realmente solidarios? ¿O el egoísmo e instinto de sobrevivencia serán más fuertes?

¿Desarrollamos la empatía (relacionado más a la participación afectiva y emocional) hacia la realidad del otro?

Particularmente en mis hábitos de consumo estan la lectura, los cursos virtuales, las charlas en formatos digitales, podcast, etc. Ahora, en tiempo extraordinario, trasciendo más desde la quietud, aprendiendo a calmar la mente y desarrollando el sentirme bien ante la absoluta incertidumbre.

El gran desafío de esta pandemia es salir mejores personas. Y a cada individuo le significará aprendizajes distintos. Habrá quienes tendrán que trascender el movimiento y abrazar la quietud. Otros, tal vez la confianza. Algunos abandonar la quietud y comenzar a moverse. No faltará quien deberá aprender a convivir en el silencio si sus palabras no aportan.

Más que nunca, empiezo a sentir la frase “vivir el presente” y desarrollar el “ser”.

Que el hacer ayude a elevar tu “ser” y no se convierta en una anestesia de tu humanidad en sus valores más básicos y profundos.

Simplifica, conecta, comunica

#RO #DesarrolloPersonal #Empatía #Solidaridad

¿Cuál es el mensaje?

La comunicación es tan simple y compleja a la vez. La simpleza no le quita profundidad. La complejidad no le quita posibilidad. La pregunta con la que siempre empiezo es… ¿cuál es el mensaje? ¿Eres capaz de sintetizar en una sola idea lo que quieres comunicar?

Estas preguntas, aunque parezcan tan básicas, en muchas oportunidades, no se tienen de forma clara las respuestas y es ahí donde empiezan los problemas o bloqueos a la hora de comunicar.

La teoría de la información de Claude E. Shannon y Warren Weaver (también conocida como teoría matemática de la información), que por muchos años estudié, con los elementos: emisor, receptor, código, canal, mensaje y retroalimentación entre otros, genera una mirada simplista de un proceso comunicacional.

Definitivamente es ilustrativa para identificar algunos elementos que intervienen en la comunicación humana, más la misma no se produce generalmente de forma lineal y secuencial.

Es sumamente importante entender qué y para qué queremos transmitir una idea. Si el mensaje es claro y sólido, encontrar el cómo será un proceso mucho más fácil.

Los medios son sólo eso, “medios”. Si no se tiene contenido relevante y un claro mensaje que comunicar, solo se suma al ruido ensordecedor en el tráfico de estímulos diarios por llamar la atención.

Por eso, antes de avanzar en el cómo y dónde, simplifica en una idea cuál es tu mensaje.

No es el único paso para lograr conexión real con tu público, sin embargo, es un muy buen principio que seguro te ahorrará algunas vueltas en vano.

Tus palabras frecuentes




Photo by Priscilla Du Preez on Unsplash

Como apasionada de la comunicación, desde siempre llamó mi atención el impacto de las palabras, sin embargo, creo que recién con la incorporación de los conceptos de la ontología del lenguaje sumé plena consciencia del poder que tienen.

Por ejemplo, una frase que escucho con frecuencia en las conversaciones que mantengo es “voy a tratar”

Y en ese momento suelo invitar a “tratar” de moverse de un extremo a otro de la sala si se da el caso.  Recibo miradas de desconfianza, casi se escucha en sus ojos la pregunta que hay oculto detrás del pedido. Tras dudar, lo hacen y me miren con cara de y ¿ahora qué?

Cuando le digo que no trató, sino que lo hizo, caen en cuenta.

Esta reflexión que marcó mi vida, lo aprendí de una de las primeras coach de mi formación a quién aprecio con sincero cariño.

Cuando ingresé a los buscadores el significado de la palabra “tratar” despliega una variedad de acepciones que casi en sus finales hace alusión a tratar como sinónimo de intentar. Y este último término se describe como hacer el esfuerzo por lograr un objetivo sin tener seguridad de conseguirlo.

En Paraguay, escucho utilizar este concepto, como un disimulado no. Por ejemplo, si invitan a alguna actividad y ya no tenemos espacio en nuestra agenda o ganas de ir, simplemente respondemos, voy a tratar de llegar.

La lectura personal que me surge en varias conversaciones, cuando me repiten que van a tratar de hacer algo, es un sentimiento oculto contradictorio entre quiero (o no) y debo (o no) hacerlo y eso genera un desgaste de energía y normalmente ningún resultado satisfactorio. Algo así como voy a poner esfuerzo (energía) a algo que no voy hacer. Por supuesto que esta hipótesis es validada con la persona tras algunas preguntas o ejercicios que le lleva a escucharse.

Escuchar lo que decimos, y lo que significa realmente para nosotros, es una habilidad que se entrena y que permitirá, para empezar, comprender realmente cuál es el mensaje que nos damos a nosotros mismos.

Las palabras que utilizamos con frecuencia evidencian nuestras creencias, nuestros conflictos, nuestra forma de ver el mundo y por ende nuestra forma de actuar en él.

Interactuar con los demás es una necesidad como seres sociales, por lo tanto, saber comunicarnos es una habilidad que afectará nuestra calidad de vida. Empieza por escucharte, y reconoce ¿qué palabras usas con frecuencia? Y finalmente si ¿tratas o haces?

La comunicación y el desarrollo personal

Estoy convencida que para comunicarnos mejor con los demás, debemos empezar con desarrollar nuestras habilidades personales y para ello trabajar desde el autoconocimiento.
Photo by energepic.com from Pexels

Estudié como carrera ciencias de la comunicación. Desde pequeña abracé al contacto con la gente. Hice teatro, radio, anime grupos juveniles, escribí poesía y cuentos, etc.

Pese a que tenía gran parte de las demás carreras universitarias a un kilómetro de casa (vivía cerca del campus de la Universidad Nacional de Asunción) terminé eligiendo la carrera de comunicación cuya sede quedaba en Sajonia, movilizandome de lunes a viernes, en polos opuestos de la ciudad.

No fue fácil, las materias estaban más enfocadas a medios masivos, cuando mi perfil era más a las personas . La solución fue para mí, encarar la carrera desde las organizaciones y quitar el máximo jugo a ambos mundos.

Con el tiempo, sume a mi formación el coaching ontológico, pnl y otras metodologías. Y comprendí a la comunicación como un proceso humano de “acción, relación e interacción” como dice O. Anzorena.

Comencé a devorar todo tipo de materiales que permitieran conocerme mejor, ya que, con mayor claridad personal, mi comunicación mejoraba.

Estoy convencida que una de las herramientas para desarrollar tu capacidad de comunicar eficiente y asertivamente, radica en el tiempo que le dediques a tu desarrollo personal.

Implica dejar de centrar la mirada al ombligo (metafóricamente hablando) y desafiarte a desplegar una mejor escucha, primero de forma personal. Aunque suene muy simple, creanme que requiere tiempo, práctica y flexibilidad.

¿Te animas a revisar tus paradigmas, invertir tiempo y recursos en tu desarrollo personal? Si la respuesta es sí, habrás dado el primer paso para mejorar tu comunicación.

La fantasía de lo instantáneo

¿Cómo gestionas tu tiempo?
Photo by rawpixel.com from Pexels

La evolución en el tiempo ha generado mejoras sustanciales en tantas cosas. A lo largo de la historia, hemos acelerado procesos que tomaban mucho tiempo, reduciéndolo a lapsos mínimos.

Las grandes historias, que involucran décadas y generaciones, contadas en el cine, se reducen a 90 minutos o un poco más.

Soy una amante de la comida simple y sin complicaciones lo cual, en muchas oportunidades, se traducen en comida procesada y de pequeños toques finales para su consumo.

Me cuesta mucho esperar. Si debo hacer alguna compra o trámite y veo demasiada gente en la cola, me doy la vuelta, salvo que sea inevitable. Acceder a información, hoy se encuentra a un click. Y si una página web tarda en cargar la información paso a la siguiente. Estoy adaptada a lo instantáneo que hoy nos facilita principalmente lo digital.

Sin embargo, reflexionando sobre los procesos en los que estoy inmersa, me di cuenta que esta misma dinámica no puedo aplicarlo a todo. Lógico al racionalizarlo, más tengo mis dudas sobre la práctica.

Engancha como estrategia de marketing, frases como ¡aprende en 5 pasos! Reconociendo lo que muchos especialistas señalan de nuestro cerebro. Solo busca evitar gastar energía, como parte de su estrategia de sobrevivencia. O sea que, en la medida que describamos el proceso como simple existe mayor apertura a recibir la información, más no la garantía de aplicación. Nadie te escribirá «aprende en 5 pasos y practica 18 meses» para que lo sepas hacer solo.

Ante tantos estímulos existentes, y con tantos estándares autoimpuestos y muy promocionados culturalmente, las 24 horas quedan cortas. Ahora bien, la realidad es que por día solo tenemos 24 horas . No importa quién seas, en ese aspecto, existe absoluta igualdad.

Entonces la gran pregunta que surge y lo que marca la diferencia es en qué utilizas tu tiempo. Además de comprender que, así como muchos procesos logramos minimizarlos, hay otros que deben ser respetados.

Una de las teorías que escuché mucho trata sobre la regla de las 10.000 horas que establece que para lograr un nivel maestría en cualquier tema implica la práctica en esa cantidad de tiempo. Son muchas horas de dedicación, práctica y error para llegar al dominio.

Con la fantasía de lo instantáneo, sumamos frustración cuando no logramos nuestros resultados soñados en breves períodos. Y sin lugar a duda, la perseverancia, la práctica y la flexibilidad mientras adquirimos las destrezas, con un estado de mayor consciencia, nos ayudará a disfrutar el proceso.

El tiempo pasará de todas formas, no abandones un objetivo, una pasión, un sueño por caer en la fantasía de lo instantáneo. ¿ Te animas a sumar horas de práctica a tu objetivo?


Comunicar no lo es todo, pero está en todo

Leí esta frase y la adopté. No tengo idea de quién es el dueño de la misma, así que me disculparan la falta de mención.

La comunicación es un proceso inherente en el ser humano que pasa más allá de un buen vocabulario y la correcta expresión de las ideas. Aunque es de destacar que expresar de manera coherentemente un mensaje utilizando apropiadamente el lenguaje es un gran logro.

En las organizaciones, necesitamos comprender la importancia de entrenar para lograr mejorar nuestras habilidades comunicativas.

Escuché al colega A. Formanchuck hablar sobre la Torre de Babel, donde ante la soberbia del hombre por alcanzar el cielo con dicha edificación, Dios envía la confusión de lenguas. Al no poder comunicarse, truncaron sus avances. Con esta narración, queda tan ilustrada la situación, cuando no somos capaces de comprendernos y cómo afecta en nuestro resultado.

Tal vez, los problemas que experimentemos en las organizaciones no pasen por un tema idiomático, lo cual lo hace más sutil y menos visible, pero de todas formas el impacto puede ser tan fuerte que impide avanzar hacia el logro de nuestros objetivos.

No asignar importancia, ni dedicar tiempo a pensar, planificar y evaluar nuestros procesos comunicacionales – dentro y fuera de la organización – es casi como invitar a la confusión de lenguas instalarse en nuestra empresa.

Te invito a que reflexiones cómo está hoy tu sistema de comunicación interna y externa. Recordando que, aunque no lo es todo, la comunicación está en todo. Mejor trabajar en entrenar y mejorar las habilidades comunicacionales y evitar recrear tu propia Torre de Babel.