El silencio

Asistí a una charla donde unos Coaches españoles compartían algunas distinciones, llevando a la reflexión sobre el siempre vigente y no del todo comprendido término “liderazgo”. Y esa comprensión hacia alusión a los tiempos que vivimos.

Lo que quiero compartir es una reflexión que me suscitó el comentario de un participante al concluir la charla, que juzgo era extranjero por el acento. Expresaba que las generaciones más jóvenes hablan. No tienen miedo a expresarse y las anteriores solo permanecen en silencio ante una charla como lo que habíamos escuchado. Y presumo que ese comentario surgía tras el silencio del auditorio. Mi primera reacción fue… ¿qué generación soy yo? No hablo porque no hay nada más que decir. Luego, me hizo pensar que el silencio comunica algo.

Y uniendo a lo expresado por el disertante previamente: “todas las preguntas siempre son contestadas”, aunque no te la digan. Así que cuando realices una pregunta, piensa bien el resultado que quieres lograr y desde qué estado de ánimo la fórmulas. Aunque no te digan nada, en el silencio de las personas, hay una respuesta en sus cabezas.

Por otra parte, me conectó con la idea de nuestra historia y cultura paraguaya. Desde nuestros inicios, la manera en que hemos sobrevivido ha sido en el silencio. Eso no significa que no teníamos ideas propias, ni falta de coraje, y hay muchas muestras de eso, pero ¿fue una actitud de silencio y prudencia, tal vez interpretada como una apatía,  lo que nos sirvió en el pasado para sobrevivir? Hoy se va rompiendo esa práctica. Estimo que es lo que se está dando con las nuevas generaciones. Lo interesante, creo yo, sería poder equilibrar.  Siento que somos una cultura con mucha fuerza en lo oral y desde el silencio, hay mucha comunicación.

Aprender a escuchar es la clave de las comunicaciones. La comunicación es la clave de las relaciones decían. Entonces, ¿si sabemos escuchar lo que se dice desde el silencio, podremos comunicarnos mejor los paraguayos?